La lucha contra la crisis hídrica en Chile toma un nuevo rumbo con la fuerte presencia de empresas chinas en la licitación de una planta desalinizadora en Coquimbo. Con una inversión superior a los US$310 millones, el proyecto, ubicado en la Ensenada de Panul, busca asegurar el suministro de agua potable para La Serena, Coquimbo y áreas aledañas, incluyendo también usos industriales y agrícolas.
La Dirección General de Concesiones (DGC) ha confirmado la participación de 19 empresas, entre ellas gigantes chinos como China Road and Bridge Corporation y China Harbour Engineering Company, compitiendo con firmas europeas.
La planta, con capacidad inicial de 1.200 litros por segundo y tecnología de ósmosis inversa, generará miles de empleos y se espera que esté operativa en 2029, beneficiando a más de 460.000 personas.