En los últimos días, el norte de Chile ha sido testigo de una serie de sismos que han generado preocupación en la comounidad, especialmente en las regiones de Atacama y Coquimbo. Expertos en geografía han advertido sobre la posibilidad de que la energía acumulada en la zona pueda desencadenar un nuevo terremoto de mayor magnitud, recordando el importante pasado sísmico de la región.
El geógrafo Marcelo Lagos ha destacado que la zona tiene antecedentes significativos en cuanto a actividad sísmica, con eventos como el terremoto de noviembre de 1922 que alcanzó una magnitud superior a 8 y provocó un devastador tsunami en Coquimbo. Asimismo, Lagos ha mencionado el terremoto de 2015, que, a pesar de no haber afectado directamente a Coquimbo ni a La Serena, evidenció la carga existente en el segmento que se extiende desde Punta Lengua de Vaca hacia el norte.
La preocupación se centra en el hecho de que esta acumulación de energía abarca toda la costa del norte, desde la Región de Coquimbo hasta la Región de Atacama y el sur de la Región de Antofagasta. Ante esta situación, los expertos mantienen su atención en el territorio y hacen un llamado a la comunidad a mantenerse informada y preparada ante la eventualidad de un nuevo evento sísmico.
La incertidumbre y la posibilidad latente de un nuevo terremoto en una zona con un historial sísmico tan relevante enfatizan la importancia de la prevención y la preparación ante desastres naturales en un país como Chile, que está constantemente expuesto a la actividad sísmica.