Ante el gran aumento en la generación de residuos de Establecimientos de Atención de Salud (REAS), que durante la pandemia se incrementaron en cerca de un 300 % de acuerdo a cifras entregadas por la Superintendencia de Medio Ambiente, el Hospital San Pablo de Coquimbo implementó en agosto de 2020 el proyecto “Seguimiento y evaluación para la optimización de la gestión de residuos en establecimientos de atención de salud mediante una plataforma tecnológica”, iniciativa que surgió con recursos del Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDEF), en asociación con la Universidad Católica del Norte y la Universidad Católica de la Santísima Concepción.
Esta iniciativa, pionera en la zona norte del país, ha permitido la gestión eficiente y eliminación de los más de 64.500 kg mensuales de residuos que produce el hospital porteño, los que se rigen por el Decreto N°6 de REAS emanado el 2009 por el Ministerio de Salud.
Los desechos de los hospitales se clasifican en: residuos sólidos asimilables a domiciliarios (basura, EPP, residuos de alimentación, papeles higiénicos, entre otros); residuos especiales (cortopunzantes, sangre, cultivos de laboratorio clínico, entre otros); y residuos peligrosos (medicamentos vencidos, alcohol, pilas, baterías, entre otros). Cada uno de estos elementos pasan desde los servicios clínicos a las salas de residuos, donde son almacenados de forma diferenciada y posteriormente retirados por empresas externas para su total eliminación.
Hasta antes de iniciar este proyecto, todos los registros de estos residuos se realizaban en planillas de forma manual. Sin embargo, hoy en día todos los auxiliares encargados de servicios y unidades involucradas cuentan con tarjetas RFID de marcaje, las cuales permiten registrarse en portales de proximidad y trazabilidadinstalados en puntos estratégicos, para finalmente llegar a la zona de pesaje, donde los datos son evaluados por una plataforma tecnológica en razón de 20 indicadores de estudio.
Así lo explica Mauro Cárdenas, Encargado Unidad de Gestión Ambiental y Sustentabilidad Hospitalaria, quien reconoce que este nuevo sistema tecnológico les da un orden que optimiza tiempos de trabajo. “A través de esta plataforma tecnológica, los auxiliares a través de su credencial pueden marcar en los portales y dar la posibilidad de tener la trazabilidad, segregación y tiempos de pesaje de nuestros residuos. También se optimizan los tiempos de pesaje, porque de una balanza que pesaba 50 kilos, pasamos a una de 1000 kilos, Además, tenemos acceso al portal donde podemos ver en tiempo real la cantidad de residuos que se está generando en nuestro hospital, con gráficos, indicadores, tiempos de demora y posibles accidentes”.
Por su parte, Germán López, director (s) del Hospital San Pablo de Coquimbo, destacó los alcances de este proyecto, que van en la línea del mejoramiento continuo de los procesos. “Hemos invertido desde el año 2020 en tecnología de monitoreo, grabación, de traslado y proceso completo de manejo de estos residuos. Por lo tanto, debemos tener claro que el hospital de Coquimbo es uno de los hospitales del país que cumple con la norma de hospital verde, que tiene que ver con todo el manejo de estos residuos y también del ahorro de energía”.
Manejo eficiente del agua
En la misma línea de manejo de residuos, la Unidad de Gestión Ambiental y Sustentabilidad Hospitalaria del Hospital San Pablo, ha trabajado en la educación y capacitación de los funcionarios en el uso y manejo eficiente del agua, servicios higiénicos y alcantarillado.
“Estamos trabajando con la unidad de prevención de riesgos y de USO del hospital que tiene que ver con la educación a nuestros funcionarios y obviamente aprovechar las plataformas que hoy día contamos con los pasillos y salas de espera, para también educar a la comunidad sobre el cómo se debe utilizar la infraestructura pública en temas de eliminación de residuos en el caso de las alcantarillas”, comentó López.
En efecto, constantemente se educa a los equipos de salud mediante charlas y folletos informativos. Asimismo, durante el último tiempo se ha incorporado el uso de medios tecnológicos como teléfonos personales, donde funcionarios pueden leer códigos QR con información referente a esta temática.