A pesar de enfrentar una fibrosis pulmonar irreversible, Eduardo Miranda, de 62 años, demostró que los sueños no tienen límites al contraer matrimonio en el Hospital de Coquimbo. Desafiando las dificultades de su condición de salud, decidió unir su vida a la de su amada Diana en una emotiva ceremonia organizada por el personal de salud del hospital.
La boda tuvo lugar en el Servicio de Medicina del hospital, donde más de 30 funcionarios se unieron para celebrar este acto de amor que ha perdurado por más de 15 años. Eduardo expresó su agradecimiento por el cálido apoyo recibido, destacando la importancia de brindar tranquilidad a su pareja en caso de eventualidades.
Después de posponer la unión civil en dos ocasiones debido a su enfermedad, finalmente, el personal del Hospital San Pablo hizo posible que Eduardo y Diana realizaran su sueño de casarse. La Dra. Marcela Maureira, jefa de Servicio de Medicina, enfatizó la importancia de involucrarse en momentos significativos para los pacientes, convirtiendo la hospitalización en una experiencia emotiva y alegre.
La asistente social del Servicio de Medicina, Viviana Albarnez, desempeñó un papel fundamental en la organización de la boda en tan solo tres días, destacando la vocación y empatía del equipo de salud. La Dra. Maureira resaltó que estas iniciativas reflejan la humanización de la atención médica y el compromiso con el bienestar integral de los pacientes.
Después de sellar su unión con un beso y lanzar el ramo tradicional, Eduardo y Diana disfrutaron de una cena especial preparada por el personal del Servicio de Alimentación y Nutrición del hospital, cerrando este capítulo con amor y esperanza en medio de circunstancias desafiantes.