La depresión, un problema de salud frecuente que a menudo se vive en silencio por temor al estigma, afecta a un número alarmante de personas en la Región de Coquimbo. Actualmente, más de 11 mil personas están bajo control en el sistema público debido a esta condición, aunque se estima que la cifra real podría ser aún mayor.
La depresión se manifiesta a través de diversos síntomas, como pérdida de energía, falta de interés en actividades que antes eran placenteras, trastornos del sueño, angustia e incluso pérdida de apetito. Estos signos pueden indicar la presencia de esta enfermedad mental, la cual muchas veces es malinterpretada como una señal de debilidad.
Es importante destacar que no todos los casos de depresión requieren atención médica, ya que algunos pueden ser abordados mediante medicinas no tradicionales, terapias complementarias o grupos de autoayuda. Sin embargo, un porcentaje significativo de personas sí necesita atención profesional para recibir un diagnóstico y tratamiento oportunos.
“Lo primero es aclarar que la depresión no es sinónimo de debilidad, es una enfermedad de salud mental como cualquier otra y que tiene tratamiento, por lo que lo más importante es identificar cuando alguien la padece para otorgarle la ayuda que necesita. Cuando alguien tiene depresión, podemos notarlo porque persiste en ellos el sentimiento de tristeza, aparece la pérdida de interés en actividades que normalmente disfrutaban, además de la incapacidad para llevar a cabo actividades cotidianas, todo esto durante al menos dos semanas. En el caso de los niños y niñas, puede manifestarse con un ánimo irritable o malhumorado, por lo que es importante estar alertas para poder identificar estos cambios de conducta”, recomienda.
El psiquiatra y jefe de Salud Mental del Servicio de Salud Coquimbo, Sebastian Prieto, enfatiza la importancia de reconocer las señales de alerta para poder brindar la atención necesaria a quienes sufren de depresión.