Fueron años de preparación, entrenamiento y viajes que finalmente dieron su fruto el 5 de marzo pasado, en la capital de Japón. Allí, los seis integrantes de la familia Lobo cruzaron la meta para adjudicarse el Guinness World Record como el clan familiar más numeroso en completar los Abbott World Marathons Majors.
Su camino comenzó con el gran sueño de un padre, que animó a sus cinco hijos a cruzar las líneas de meta de las maratones más importantes del mundo: Nueva York, Boston, Chicago, Londres, Berlín y Tokio.
Para lograr esta gran hazaña, la familia encontró el apoyo de Laboratorio Abbott y creó el nombre del equipo “Wolfpack”, derivado de su apellido “Lobo” y de “correr juntos como manada”.
En Berlín 2014, cuando completaron su tercera maratón, comenzaron a trazar su camino para terminar lograr su cometido. En ese momento, decidieron llevar las cosas un poco más allá y ver si podían hacer historia.
“Hemos entrenado durante meses, incluso años, para preparar nuestros cuerpos y mentes con el objetivo de completar estos maratones, trabajando duro y dando lo mejor de nosotros”, dijo Rodrigo Lobo, padre y líder de los “Wolfpack”.
Y agregó: “Esa es una de las razones por las que nuestra familia está muy orgullosa de ser apoyada por Abbott, una empresa que cree firmemente que, en nuestro estado más saludable, podemos lograr cosas increíbles”.
Aunque cada viaje es diferente, y cada individuo tiene su idea única de lo que significa vivir al máximo, a través de Abbott World Marathon Majors la compañía celebra lo que cualquiera puede lograr, porque estas competencias son una excelente demostración de lo que es posible cuando las personas se sienten sanas y empoderadas.
“Como maratonistas los Wolfpacks son una verdadera inspiración para las personas de todo el mundo, porque reflejan que es posible vivir tus sueños y mantenerte saludable, todo mientras pasas tiempo de calidad en familia”, comentó el gerente general de Abbott en Chile, Juan Carlos Sola.
La familia Lobo cree que a pesar de los retos, esta experiencia les ha enseñado que correr maratones no se trata solo de capacidades físicas, sino también de resiliencia, porque sin importar los desafíos, todos celebramos romper las barreras para vivir nuestra mejor vida y redefiniendo lo que es posible, no solo en los campos relacionados con la salud, sino también en nuestras vidas.