Apoyados con guías de trabajo, vocabulario técnico, expresiones de uso común y frases construidas, un grupo cercano a 20 personas que trabajan en servicio de garzonería en “El Muelle” y “Huentelauquén” en la Avenida del Mar, aprenden inglés de forma gratuita gracias a las clases que imparte el municipio serenense a través de su Departamento de Turismo en conjunto con el gremio de restaurantes “Barrio del Mar”, con las que mejoran su formación y tendrán herramientas suficientes y necesarias para prestar eficazmente atención a los turistas de habla inglesa que lleguen a sus locales.
Por lo mismo, las profesionales a cargo de entregar los contenidos les enseñan especialmente a comunicarse en cuanto a la recepción en mesa, presentar la carta y entender mejor los pedidos de los clientes, entre otras cosas, lo cual mejora también la labor de los jóvenes en sus lugares de trabajo. “Buscamos material que se adecúe a lo que ellos hacen, por lo que creamos diálogos que recrean las conversaciones que tendrían con turistas que sólo hablan inglés, qué preguntas les harían sobre la ciudad. Tienen diferentes niveles de inglés, pero en general saben. Están muy contentos, y nos deja satisfechos porque la idea es que ofrezcan un servicio más completo y mostrar La Serena como destino internacional”, explicó Alison Plaza, profesora de la Oficina de Inglés de la Municipalidad de La Serena.
Y es que esto es una necesidad dentro de la industria turística, hotelera y gastronómica, tal como lo comentaron los propios jóvenes que realizan estas labores, como Catalina Valdivia, quien es garzona del Pub “El Muelle” y trabaja hace cinco años en este lugar donde cada temporada de verano especialmente, debe atender a clientes anglo con lo que sabe del idioma o apoyada por algún otro garzón que sepa un poco más. Por ello valoró ser parte de esta oportunidad. “Manejo lo básico de inglés y este curso me permite aprender y tener más seguridad para mi trabajo. Cuando hay momentos que explicarles a turistas norteamericanos, por ejemplo, trato de hacerlo con lo que entiendo o le pido ayuda a algún compañero, por lo que ahora podré ampliar más el vocabulario y eso me hace sentir más segura en el trabajo. Los extranjeros vienen con el pedido preparado generalmente y saber inglés nos permitirá, además, abrir la oferta a los platos criollos. Ojalá se repitan o se hagan más cursos para reforzar lo que estamos aprendiendo”, señaló.
Al igual que ella, Sebastián Salazar también se desempeña como garzón en “El Muelle” y coincide con su compañera en estos aspectos. “Hay productos de la casa que son más difícil de explicarles a los turistas de habla inglesa, por lo que este tipo de cursos favorece al manejo de los clientes y también permite desarrollar un poco más la personalidad del garzón, así que contento de que nos hayan considerado”, dijo, precisando que trabaja desde 2019 en este recinto y siempre le ha tocado atender mesas con visitantes extranjeros.
Para Mauricio Flores, garzón del restobar “Huentelauquén”, quien trabaja hace ocho años ahí, la situación es similar y la dificultad está en el menor conocimiento del idioma. “Entiendo bien lo que me dicen, pero me cuesta llevar una conversación más fluida para el servicio, por lo que esto nos entrega herramientas para dar un servicio de mejor calidad, en especial si los visitantes quieren probar cosas nuevas para poder ofrecerlas y que se vayan contentos de nuestra región. Al local han llegado personas de distintas nacionalidades, como japoneses, alemanes, franceses, no sólo norteamericanos, pero el inglés es el idioma universal”, explicó, mientras volvía a repasar las guías de trabajo previo a su segunda clase. Con él, revisaba el material Juan Carlos Martínez, cubano, quien hace 5 años atiende como garzón en el mismo restaurante. Para él la experiencia en esta materia es de dulce y agraz, por lo que agradece esta oportunidad que brinda el municipio. “Uno intenta que el cliente se vaya con la mejor opinión, satisfecho, y para eso debemos dominar el idioma o tratar de entenderlos a ellos. Creo que lo más complejo es entender lo que el cliente quiere o que entiendan lo que tratas de decirles, que se sientan agradados, por lo que aprender esto es muy importante. Aprender las bases del inglés nos sirve para comunicarnos mejor con los clientes”.
Por razones como las expuestas por estos jóvenes es que se enfocó este curso, tal como puntualizó David Videla, jefe del Departamento de Turismo de la Municipalidad de La Serena, destacando los beneficios de este curso para que los garzones se desenvuelvan con mayor soltura. “Estamos cumpliendo uno de nuestros objetivos que es dar capacitaciones enfocadas en el ámbito turístico en alianza con la asociación gastronómica Barrio del Mar. Hay un aumento de turistas de habla inglesa, ya hay mayor libertad en las barreras sanitarias por lo que seguramente llegarán muchos extranjeros que no hablen español, de hecho lo vemos en el Faro nosotros, y debemos facilitar una buena comunicación, por lo que queremos repetir este curso en el sector centro y en el sector rural de nuestra comuna para que todos estén mejor preparados”.
Si bien el curso es intensivo de 6 clases, busca cubrir las necesidades de cada garzón y restaurante a través del desarrollo de estas habilidades conversacionales que hagan la diferencia entre salir conforme o salir feliz de la experiencia de ir a un restaurante.