A las 13:00 horas, el crucero MS FRAM recaló en el puerto de Coquimbo, dando inicio a la temporada 2022-2023 donde se espera que unas 22 embarcaciones lleguen a la región de Coquimbo, situación que no se veía desde el año 2018.
Fue justamente el Coronavirus el responsable de reducir los viajes de estas naves, debido a que la industria debía ajustarse al escenario epidemiológico para adoptar los protocolos sanitarios. A más de dos de la pandemia, Coquimbo vuelve a inscribirse en el circuito turístico de los cruceros, situación valorada por el dinamismo en la cadena de servicios que se genera para atender a esos visitantes, que gastan hasta US$150 en cada lugar de detención.
Para el seremi de Economía, Nicolás Ledezma, “es una gran señal de recuperación económica para la región de Coquimbo. Junto con esto, hemos sido una de las zonas privilegiadas porque hemos recibido muchos turistas nacionales a lo largo del año, y esperamos que, desde diciembre, con la apertura del paso Internacional Agua Negra, el turismo se recupere”.
“Este crucero estuvo recalando en Ecuador y Perú, y en puertos nortinos de Chile (Iquique). El crucerista viene de Canadá, Inglaterra y Alemania. Hoy estamos viendo uno pequeño de un total de 22 cruceros durante esta temporada 2022-2023, y desde el año 2018 no teníamos ese número. Esperamos que sea una temporada óptima para la industria turística local”, manifestó la directora de Sernatur Coquimbo, Angélica Funes.
Para el alcalde de Coquimbo, Alí Manouchehri, “es muy relevante empezar a recibir turistas que vienen de otros países, que invierten en nuestra zona, y permiten reactivar la economía. Consideramos que Coquimbo es una de las ciudades más turísticas de Chile”.
La gerente de Barrio del Mar, María Antonieta Zúñiga, opina que “esto es super auspicioso porque nos posiciona como destino internacional y genera posibilidades para dinamizar la economía alrededor del turismo. Esperamos que eso sea un aliciente para toda la temporada”.
Parte de los 76 pasajeros descendieron para visitar los distintos atractivos de Coquimbo y La Serena. Entre ellos, el Fuerte Lambert, la Cruz del Tercer Milenio, la avenida Costanera, el sector de Guayacán, el Cementerio Inglés, La Herradura, en la ciudad puerto. Mientras que La Recova, el Faro Monumental, el Museo Arqueológico, la avenida del Mar y los ejes de las calles Cordovez y Pedro Pablo Muñoz, en el casco histórico de La Serena, fueron los destinos en la capital regional.
Ello, previo a toma de muestra y resultado de examen negativo de PCR o antígeno. Pese a esto, en la embarcación se detectaron seis casos positivos, los que se encuentran aislados. La seremi de Salud, Paola Salas, explica que iniciar el turismo en una pandemia, no es fácil hacerlo. “Pero, desde el Ministerio de Salud estamos haciendo todos los esfuerzos por proteger la salud de nuestra población y también de los turistas”.
“Hemos detectado un pequeño brote de seis personas que están en aislamiento, donde la autoridad sanitaria subió y están verificando que ellos se mantengan dentro del buque. Y las demás personas, todas las que van a bajar vienen con antígenos negativos. Esto es parte del protocolo de cuidado de salud de nuestra población chilena, como también de los turistas, porque hay que optimizar la salud de la gente como el primer bien público más importante”, mencionó.
El puerto de Coquimbo se encuentra inscrito en dos rutas. La primera es la oferta de destinos de cruceros “Costa Oeste”, que nace en Miami (Estados Unidos), cruza el Canal de Panamá para acceder al Pacífico, y se detiene por distintos puertos antes de llegar al Callao (Perú), el último puerto antes de ingresar a Chile. El otro circuito es “Cono Sur (Patagonia)” que corre por el Atlántico en distintas terminales, antes de llegar a Ushuaia, y acceder al país por Punta Arenas.
Generalmente, los viajes en los cruceros se agendan con al menos un año o dos años de anticipación, y cada temporada trae un mínimo 16 naves. El 30% de los pasajeros de estas naves de lujo consumen productos turísticos en la zona, principalmente vinos, piscos y artesanías en base a lapislázuli. Incluso, parte de la tripulación que trabaja en los cruceros también genera gasto.
Y el mercado es potente para Coquimbo, pues se generan divisas cada 60 minutos, ya que son turistas que no están más de cinco a seis horas en el destino. Una vez arribados, los pasajeros realizan programas de viajes que se tienen contratados con anterioridad, con tour operadores locales que los llevan incluso a los valles de Elqui y Limarí.